Esta colocación está basada e la colocación clásica rectangular, pero las piezas de pizarra se colocan horizontalmente, separando las piezas lo máximo posible, para crear así atractivos juegos de luces y sombras, lo cual resulta muy interesante en superficies amplias de fachadas.
También permite la utilización de una amplia variedad de elementos decorativos, como p.ej. diferentes ganchos o sujeciones.
Esto ofrece a arquitectos y constructores un sinfín de posibilidades.
Crea una imagen geométrica muy moderna, con líneas claras y limpias, idóneo para todo tipo de edificios.